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sábado, 17 de abril de 2010

Mejoremos la comprension lectora de nuestros niños



¿Cómo estimular la lectura en edades tempranas?
Al leer una historia, ingresamos en un mundo “mágico” de experiencias, de inquietudes y, por qué no, interrogantes

Saber leer no es simplemente transformar un mensaje escrito en un mensaje sonoro, ni comprender su contenido. Leer presupone la utilización de todos nuestros sentidos. Al leer una historia, ingresamos en un mundo “mágico” de experiencias, inquietudes y, por qué no, interrogantes. Así un pequeño, que en su cumpleaños recibe por primera vez un libro, establece lazos íntimos con su madre, quien, a partir de ese momento, le cuenta antes de dormir la historia del oso travieso y juguetón, que tiene la piel suave, que tiene olor y que en una tarde después de salir del colegio, se perdió en el bosque. En ese momento el niño está siendo informado a través de sus sentidos, su imaginación y su creatividad. Y, también, recibe el deseo y la motivación por leer.

Muchos padres esperan que sus hijos alcancen la edad madurativa para leer, sean buenos lectores, buenos estudiantes y adultos cultos.

El acto de leer no supone el empleo de recetas “mágicas”, ni abordajes terapéuticos. No es innato: hay que cultivarlo a través de modelos que empiezan en el hogar.

¿Cómo lograrlo?
Los padres y las familias que establecen con el niño una comunicación verbal diaria, acompañada de una expresión corporal, gestual y rítmica, están favoreciendo el modelo de un comportamiento lector ideal.

¿Cómo pueden los padres fomentar la lectura en sus hijos?

Los padres pueden comenzar a estimular la lectura a través de historias inventadas por ellos mismos, sus experiencias personales, sus vivencias familiares les permiten la construcción de su yo personal y social. Además, a través de la dramatización y la creación literaria, los niños pueden canalizar sus emociones y sus temores.
Luego es importante el empleo de cuentos. Ello le permitirá conocer un vocabulario no empleado en su vida diaria, le enseña a estructurar con facilidad el lenguaje. Está comprobado que los niños a quienes se les ha leído cuentos en la edad preescolar, llegan a la escuela, con una información previa, una cierta información del lenguaje escrito, que hace que el proceso de leer y de escribir sea más fácil.
Es importante asociar el relato de los cuentos o de historias con juegos corporales, con las manos, con los dedos, en general con todo el cuerpo, siempre empleando el lenguaje rítmico, bien articulado, con diferentes tonos de voz, con frases musicalizadas.
Los libros con figuras amplias y coloridas ayudan mucho para la estimulación multisensorial y si tienen calcomanías para armar y pegar serán de gran ayuda.
Es importante que al leer se siga una secuencia lógica del relato. Anímele a su hijo a narrar el cuento. Posteriormente puede ser inventado por los dos, jugando a completar o recordar las secuencias.
¿Existen otras formas?
Otra forma de motivar la lectura es a través del dibujo y el pintado. Se puede leer una historia y pedir al niño que juntos dibujen los personajes.: Se puede afianzar los conceptos espaciales, y temporales (antes y después).

¿Que recomendaciones nos daría?
Es importante establecer un horario de lectura exclusivo , sin interrupciones. Ni ausencias. Así el niño se preocupará por respetar el tiempo de “leer”
Si el niño no logra comprender totalmente lo escuchado, no hay que exigirle que lo comprenda. A través de las preguntas que le haga logrará comprenderlas. 

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